Pero yo estoy afligido y soy pobre. Oh Dios, de veras obra rápidamente a favor de mí. Tú eres mi ayuda y el Proveedor de escape para mí. Oh Jehová, no tardes demasiado.
JEHOVÁ, EL “LIBERADOR” PROTEGE A SUS SIERVOS DE TIEMPOS BÍBLICOS
15 Septiembre 2008 Pág. 3
Jehová, el Libertador
Lo libra de sus enemigos
Lo sostiene durante su enfermedad
Satisface sus necesidades
“Jehová sabe librar de la prueba”
¿Recuerda usted?
· ¿De qué nos convence el Salmos 70?
· ¿Cómo ayudó Jehová a David durante su enfermedad?
· ¿Qué ejemplos muestran que Jehová puede salvar a su pueblo de sus enemigos?
(Sl 70:5) Pero yo estoy afligido y soy pobre. Oh Dios, de veras obra rápidamente a favor de mí. Tú eres mi ayuda y el Proveedor de escape para mí. Oh Jehová, no tardes demasiado.
1, 2. a) ¿En qué situaciones acuden a Dios por ayuda muchos de sus siervos? B) ¿Qué pregunta surge, y dónde encontramos la respuesta?
Jehová, el Libertador
(Sl 70:1-5) Oh Dios, para librarme, oh Jehová, de veras ven de prisa en mi auxilio. 2 Queden avergonzados y corridos los que andan buscando mi alma. Vuélvanse atrás y queden humillados los que están deleitándose en mi calamidad. 3 Retrocedan con motivo de su vergüenza los que están diciendo: “¡Ajá, ajá!”. 4 Alborócense y regocíjense en ti, todos los que te están buscando, y digan ellos constantemente: “¡Sea engrandecido Dios!”... los que aman tu salvación. 5 Pero yo estoy afligido y soy pobre. Oh Dios, de veras obra rápidamente a favor de mí. Tú eres mi ayuda y el Proveedor de escape para mí. Oh Jehová, no tardes demasiado.
3. a) ¿Qué suplicas contiene el Salmos 70? B) ¿De qué está convencido David?
(1Sa 26:10) Y David siguió diciendo: “Tan ciertamente como que Jehová vive, Jehová mismo le asestará un golpe; o vendrá su día y tendrá que morir, o a la batalla bajará, y ciertamente será barrido.
(Heb 11:6) Además, sin fe es imposible ser[le] de buen agrado, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que llega a ser remunerador de los que le buscan solícitamente.
(Sl 5:11) Pero todos los que se refugian en ti se regocijarán; hasta tiempo indefinido clamarán gozosamente. Y tú obstruirás el acceso a ellos, y los que aman tu nombre se alborozarán en ti.
(Sl 35:27) Clamen gozosamente y regocíjense los que se deleitan en mi justicia, y digan constantemente: “Sea engrandecido Jehová, que se deleita en la paz de su siervo”.
(Sl 71:12) Oh Dios, no te mantengas lejos de mí. Oh Dios mío, de veras acude apresurado en mi auxilio.
4, 5. ¿Qué indica el Salmos 70 sobre David? ¿Y de qué podemos estar seguros nosotros también?
Lo libra de sus enemigos
(Gé 7:23) Así borró él toda cosa existente que había sobre la superficie del suelo, desde hombre hasta bestia, hasta animal moviente y hasta criatura voladora de los cielos, y fueron borrados de sobre la tierra; y solo Noé y los que con él estaban en el arca siguieron sobreviviendo.
(Gé 19:12-26) Entonces los hombres dijeron a Lot: “¿Tienes otros aquí? Yerno y tus hijos y tus hijas y cuantos sean tuyos en la ciudad, ¡sácalos del lugar! 13 Pues vamos a arruinar este lugar, porque el clamor contra ellos se ha hecho fuerte delante de Jehová, de modo que Jehová nos ha enviado para arruinar la ciudad”. 14 Por lo tanto Lot salió y empezó a hablar a sus yernos que habían de tomar a sus hijas, y siguió diciendo: “¡Levántense! ¡Sálganse de este lugar, porque Jehová va a arruinar la ciudad!”. Pero a los ojos de sus yernos parecía como hombre que bromeaba. 15 No obstante, cuando ascendió el alba, entonces los ángeles se pusieron a apremiar a Lot, diciendo: “¡Levántate! ¡Toma a tu esposa y a tus dos hijas que se hallan aquí, por temor de que seas barrido en el error de la ciudad!”. 16 Cuando siguió demorándose, entonces, por la compasión de Jehová para con él, los hombres asieron la mano de él y la mano de su esposa y las manos de sus dos hijas y procedieron a sacarlo y a situarlo fuera de la ciudad. 17 Y aconteció que, tan pronto como los hubieron sacado a las afueras, él empezó a decir: “¡Escapa por tu alma! ¡No mires atrás y no te detengas en todo el Distrito! ¡Escapa a la región montañosa por temor de que seas barrido!”. 18 Entonces les dijo Lot: “¡Eso no, por favor, Jehová! 19 Ahora, por favor, tu siervo ha hallado favor a tus ojos de modo que estás engrandeciendo tu bondad amorosa, la cual has ejercido conmigo para conservar viva mi alma, pero yo... yo no puedo escapar a la región montañosa por temor de que la calamidad se mantenga cerca de mí y yo ciertamente muera. 20 Ahora, por favor, esta ciudad está cerca para huir allá, y es cosa pequeña. Permítaseme, por favor, escapar allá —¿no es cosa pequeña?— y mi alma seguirá viviendo”. 21 Así que él le dijo: “Mira que verdaderamente te muestro consideración hasta este grado también, al no derribar la ciudad de la cual has hablado. 22 ¡Apresúrate! ¡Escapa allá, porque no puedo hacer nada hasta que llegues allá!”. Por eso él llamó la ciudad por nombre Zóar. 23 El sol había salido sobre la tierra cuando Lot llegó a Zóar. 24 Entonces Jehová hizo llover azufre y fuego desde Jehová, desde los cielos, sobre Sodoma y sobre Gomorra. 25 De modo que siguió adelante derribando a estas ciudades, sí, al Distrito entero, y a todos los habitantes de las ciudades, y las plantas del suelo. 26 Y la esposa de él empezó a mirar alrededor desde detrás de él, y se convirtió en columna de sal.
(Éx 14:19-28) Entonces el ángel del Dios [verdadero] que iba delante del campamento de Israel partió y se puso detrás de ellos, y la columna de nube partió de la vanguardia de ellos y se situó detrás de ellos. 20 De manera que se introdujo entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel. Por una parte resultaba ser una nube junto con oscuridad. Por otra parte seguía alumbrando la noche. Y este grupo no se acercó a aquel grupo durante toda la noche. 21 Moisés ahora extendió su mano sobre el mar; y Jehová empezó a hacer que el mar se retirara por un fuerte viento del este durante toda la noche, y que la cuenca del mar se convirtiera en suelo seco, y se iba efectuando una partición de las aguas. 22 Por fin los hijos de Israel fueron por en medio del mar sobre tierra seca, mientras las aguas eran un muro para ellos a su derecha y a su izquierda. 23 Y los egipcios emprendieron la persecución, y todos los caballos de Faraón, sus carros de guerra y sus soldados de caballería empezaron a entrar tras ellos, en medio del mar. 24 Y durante la vigilia matutina aconteció que Jehová empezó a mirar hacia el campamento de los egipcios desde dentro de la columna de fuego y nube, y empezó a poner en confusión el campamento de los egipcios. 25 Y siguió quitándoles ruedas a sus carros, de modo que los conducían con dificultad; y los egipcios empezaron a decir: “Huyamos de todo contacto con Israel, porque Jehová ciertamente pelea por ellos contra los egipcios”. 26 Por fin Jehová dijo a Moisés: “Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas se vuelvan sobre los egipcios, sus carros de guerra y sus soldados de caballería”. 27 En seguida extendió Moisés su mano sobre el mar, y el mar empezó a volver a su estado normal al amanecer. Mientras tanto los egipcios huían para no encontrarse con él, pero Jehová sacudió a los egipcios, echándolos en medio del mar. 28 Y las aguas siguieron regresando. Finalmente cubrieron los carros de guerra y a los soldados de caballería que pertenecían a todas las fuerzas militares de Faraón y que habían entrado en el mar tras ellos. No se dejó que quedara ni siquiera uno solo de entre ellos.
(Sl 68:20) El Dios [verdadero] es para nosotros un Dios de hechos salvadores; y a Jehová el Señor Soberano pertenecen los caminos de salir de la muerte.
6. ¿Qué relatos convencieron a David de que Jehová puede librar a los justos?
(Dt 33:27) Un escondite es el Dios de la antigüedad, y debajo están los brazos de duración indefinida. Y expulsará de delante de ti al enemigo, y dirá: ‘¡Aniquíla[los]!’.
(Sl 18:17-19) Estaba librándome de mi fuerte enemigo, y de los que me odiaban; porque eran más fuertes que yo. 18 Siguieron presentándose delante de mí en el día de mi desastre, pero Jehová llegó a ser como un apoyo para mí. 19 Y procedió a sacarme a un lugar espacioso; estaba librándome, porque se había deleitado en mí.
(Sl 18:48) Él está proveyéndome escape de mis enemigos encolerizados; por encima de los que se levantan contra mí me alzarás, del hombre de violencia me librarás.
(1Sa 18:11-14) Y Saúl procedió a arrojar la lanza y decir: “¡Ciertamente clavaré a David aun a la pared!”, pero David se desvió de delante de él, dos veces. 12 Y a Saúl le dio miedo de David, porque Jehová resultaba estar con él, pero se había apartado de Saúl. 13 Por consiguiente, Saúl lo alejó de su compañía y lo nombró para sí jefe de mil; y con regularidad él salía y entraba delante del pueblo. 14 Y David estaba actuando prudentemente de continuo en todos sus caminos, y Jehová estaba con él.
(1Sa 18:17-28) Por fin Saúl dijo a David: “Aquí está mi hija mayor Merab. Ella es la que te daré por esposa. Solo muéstrame que eres persona valiente y pelea las guerras de Jehová”. Pero en cuanto a Saúl, él decía para sí: “No llegue a estar mi mano sobre él, sino que llegue a estar sobre él la mano de los filisteos”. 18 Ante esto, David dijo a Saúl: “¿Quién soy yo y quiénes son mis parientes, la familia de mi padre, en Israel, para que yo llegue a ser yerno del rey?”. 19 Sin embargo, aconteció que cuando era el tiempo en que Merab, la hija de Saúl, había de ser dada a David, ella misma ya había sido dada por esposa a Adriel el meholatita. 20 Ahora bien, Mical, hija de Saúl, estaba enamorada de David, y se lo informaron a Saúl, y el asunto fue de su agrado. 21 Así que Saúl dijo: “Se la daré para que ella le sirva de lazo, y para que la mano de los filisteos llegue a estar sobre él”. En conformidad, Saúl dijo a David: “Por [una de] las dos mujeres formarás una alianza matrimonial conmigo hoy”. 22 Además, Saúl mandó a sus siervos: “Hablen a David en secreto, y digan: ‘¡Mira! El rey se ha deleitado en ti, y todos sus siervos mismos se han enamorado de ti. Así es que ahora forma una alianza matrimonial con el rey’”. 23 Y los siervos de Saúl se pusieron a hablar estas palabras a oídos de David, pero David dijo: “¿Es cosa fácil a los ojos de ustedes formar una alianza matrimonial con el rey, cuando yo soy un hombre de escasos recursos y estimado en poco?”. 24 Entonces los siervos de Saúl se lo informaron, y dijeron: “Con palabras como estas habló David”. 25 Por lo cual Saúl dijo: “Esto es lo que dirán a David: ‘El rey no se deleita en dinero matrimonial, sino en cien prepucios de los filisteos, para vengarse de los enemigos del rey’”. Pero en cuanto a Saúl, él había tramado hacer caer a David por la mano de los filisteos. 26 De modo que sus siervos informaron estas palabras a David, y el asunto fue del agrado de David, para formar una alianza matrimonial con el rey, y los días no habían expirado aún. 27 Así que David se levantó, y él y sus hombres fueron y derribaron a doscientos hombres entre los filisteos, y David vino trayendo sus prepucios y dándolos en pleno número al rey, para formar una alianza matrimonial con el rey. A su vez, Saúl le dio a Mical su hija por esposa. 28 Y Saúl llegó a ver y saber que Jehová estaba con David. En cuanto a Mical, hija de Saúl, ella lo amaba.
(Sl 18:2) Jehová es mi peñasco y mi plaza fuerte y el Proveedor de escape para mí. Mi Dios es mi roca. En él me refugiaré, mi escudo y mi cuerno de salvación, mi altura segura.
(Sl 35:10) Que todos mis huesos mismos digan: “Oh Jehová, ¿quién hay como tú, que libras al afligido de uno que es más fuerte que él, y al afligido y pobre del que le roba?”.
7-9. a) ¿Qué otra razón tenía David para confiar en Dios? b) ¿A quién atribuyó David el mérito por seguir con vida?
Lo sostiene durante su enfermedad
(Sl 41:7-8) En unidad contra mí cuchichean unos con otros todos los que me odian; contra mí siguen tramando algo malo para mí: 8 “Una cosa que para nada sirve está derramada sobre él; ahora que se ha acostado, no volverá a levantarse”.
(Sl 41:7-8) En unidad contra mí cuchichean unos con otros todos los que me odian; contra mí siguen tramando algo malo para mí: 8 “Una cosa que para nada sirve está derramada sobre él; ahora que se ha acostado, no volverá a levantarse”.
(2Sa 15:31) Y a David se hizo el informe, y se dijo: “Ahitofel mismo está entre los que están conspirando con Absalón”. A lo que dijo David: “¡Vuelve, por favor, en tontedad el consejo de Ahitofel, oh Jehová!”.
(2Sa 16:15) En cuanto a Absalón y toda la gente, los hombres de Israel, entraron en Jerusalén; y Ahitofel estaba con él.
10, 11. ¿Cuándo es probable que sufriera David la enfermedad mencionada en el Salmos 41, y cómo lo sabemos?
(2Co 1:3) Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo,
12, 13. a) De qué manera expresó David su confianza en Jehová? b) ¿Cómo fortaleció Dios a David?
Satisface sus necesidades
(2Sa 9:10) Y tienes que cultivarle el suelo, tú y tus hijos y tus siervos, y tienes que hacer la recolección, y tiene que servir de alimento para [los que pertenecen] al nieto de tu amo, y tienen que comer; pero Mefibóset mismo, el nieto de tu amo, comerá pan a mi mesa constantemente”. Ahora bien, Zibá tenía quince hijos y veinte siervos.
(2Sa 17:22) David se levantó inmediatamente, y también toda la gente que estaba con él, y siguieron cruzando el Jordán hasta que rayó el alba, hasta que no faltaba ni uno que no hubiera pasado el Jordán.
(2Sa 17:24) En cuanto a David, vino a Mahanaim, y Absalón mismo cruzó el Jordán, él y todos los hombres de Israel con él.
(2Sa 17:27-29) Y aconteció que, tan pronto como David vino a Mahanaim, Sobí hijo de Nahás, de Rabá de los hijos de Ammón, y Makir hijo de Amiel, de Lo-debar, y Barzilai el galaadita, de Roguelim, 28 [trajeron] camas y fuentes y vasijas de alfarero, y trigo y cebada y harina y grano tostado y habas y lentejas y grano reseco; 29 y miel y mantequilla y ovejas y requesones de vacada presentaron para David y para la gente que estaba con él, para que comieran, porque dijeron: “La gente está hambrienta y cansada y sedienta en el desierto”.
14, 15. ¿En qué aprieto se vieron David y sus hombres, y qué ayuda recibieron?
(Sl 37:25) Un joven era yo, también he envejecido, y sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente, ni a su prole buscando pan.
(Pr 10:3) Jehová no hará que el alma del justo padezca hambre, pero rechazará el deseo vehemente de los inicuos.
16. ¿Quién se encargó realmente de satisfacer las necesidades de David y sus hombres?
“Jehová sabe librar de la prueba”
(2Pe 2:9) Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa, pero reservar a personas injustas para el día del juicio para que sean cortadas [de la existencia],
17. ¿Qué se ha demostrado una y otra vez?
(Isa 37:20) Y ahora, oh Jehová nuestro Dios, sálvanos de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que tú, oh Jehová, eres [Dios], tú solo”.
(Isa 37:32) Porque de Jerusalén saldrá un resto, y los que escapen del monte Sión. El mismísimo celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
(Isa 37:36) Y el ángel de Jehová procedió a salir y a derribar a ciento ochenta y cinco mil [hombres] en el campamento de los asirios. Cuando la gente se levantó muy de mañana, pues, allí estaban todos, cadáveres muertos.
18. ¿Cómo salvó Jehová a su pueblo en el tiempo de Exequías?
(Lu 21:20-22) ”Además, cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces sepan que la desolación de ella se ha acercado. 21 Entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas, y los que estén en medio de [Jerusalén] retírense, y los que estén en los lugares rurales no entren en ella; 22 porque estos son días para hacer justicia, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.
(Lu 19:41-44) Y cuando llegó a estar cerca, miró la ciudad y lloró sobre ella, 42 diciendo: “Si tú, aun tú, hubieras discernido en este día las cosas que tienen que ver con la paz..., pero ahora han sido escondidas de tus ojos. 43 Porque vendrán días sobre ti en que tus enemigos edificarán en derredor de ti una fortificación de estacas puntiagudas y te rodearán y te afligirán de todos lados, 44 y te arrojarán al suelo, a ti y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no discerniste el tiempo en que se te inspeccionaba”.
19. ¿Qué advertencia salvó la vida de los cristianos del siglo primero?
20. ¿Por qué podemos estar seguros de que Jehová será nuestro Libertador?
No hay comentarios:
Publicar un comentario